Indonesia no debe recibir a Al-Bashir

Diez años después de que la situación de Darfur se remitiera a la CPI, el Presidente de Sudán, Omar Al-Bashir sigue viajando por el mundo. Al-Bashir ha sido invitado a asistir a una cumbre Asia-África en Indonesia este mes, pero la sociedad civil está haciendo todo lo posible para convencer a Indonesia de anular esa invitación.

Al-Bashir está acusado de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y genocidio en Darfur. La CPI ha emitido dos órdenes de arresto en su contra.

Al recibir a Al-Bashir, Indonesia está ignorando las atrocidades en Darfur, que han tenido lugar durante más de doce años.

En una carta al Presidente de Indonesia Joko Widodo, BashirWatch—una red de varios grupos de la sociedad civil, incluyendo nuestra Coalición—pidió a las autoridades indonesias llevar a Al-Bashir ante la justicia:

“La Coalición Watch Bashir insta al Gobierno de Indonesia a defender la justicia para el pueblo de Sudán y le solicita que se niegue a permitir que un individuo acusado de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad permanezca en su territorio. Si Bashir entra en Indonesia, esta Coalición pide a las autoridades indonesias arrestarlo y trasladarlo a la Corte Penal Internacional para que pueda enfrentar los cargos en su contra.”

Aunque Indonesia no es un Estado miembro de la CPI, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que remitió la situación de Darfur a la Corte insta a todos los miembros de la ONU a que cooperen plenamente con la CPI.

Indonesia se ha comprometido en el pasado, y BasirWatch instó a seguir adelante con estos compromisos:

“Su Excelencia, como la tercera democracia más grande del mundo y actor central en la región del sudeste asiático , es imperativo que Indonesia promueva la justicia y la rendición de cuentas a nivel regional e internacional. Indonesia debe demostrar su liderazgo en la región y la responsabilidad de su pueblo al asegurar que cuando se cometa genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, los responsables sean llevados ante la justicia. Alentamos al Gobierno de Indonesia a completar este objetivo y ratificar de forma urgente el Estatuto de Roma.”

Debido que la CPI no cuenta con mecanismos para aplicar lo establecido en el Estatuto de Roma, la Corte debe confiar en los Estados miembros para ejecutar las órdenes de detención. Desafortunadamente, un número de países ha dejado de hacerlo, incluyendo Estados miembros a la CPI como Nigeria y la República Democrática del Congo (enlaces en inglés).

La Sociedad Civil se opuso enérgicamente a los viajes de Al-Bashir a esos países, y en Nigeria presentó una moción para obligar al Gobierno a a detener al Presidente sudanés, a quien impulsaron a abandonar precipitadamente el país.

En 2011, la presión pública obligó la cancelación de una visita prevista a Malasia. En ese momento, un oficial de Malasia dijo que la aparición de Al-Bashir podría llegar a ser una “vergüenza” para el país.

Indonesia debería seguir el ejemple de Malasia. Al retirar su invitación a Al-Bashir y unirse a la CPI, Indonesia puede demostrar a las víctimas de Darfur que, después de más de una década, su sufrimiento no ha sido olvidado.

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