Title: 

La aplicación móvil eyeWitness (testigo presencial) para combatir la falta de pruebas

Regions: 
Africa

En este artículo del Monitor de Justicia Internacional, Wendy Betts debate sobre el uso de las pruebas presentadas por los ciudadanos en juicios penales y el papel que pueden desempeñar las nuevas herramientas como la reciente aplicación “eyeWitness to Atrocities – testigo de las atrocidades”.

 

Los avances tecnológicos han ofrecido múltiples oportunidades para recoger y recopilar información sobre abusos a los derechos humanos, incluso en las partes más recónditas del mundo. Esta tendencia seguirá creciendo a medida que sigan evolucionado los nuevos sistemas de satélites, se fortalezcan las infraestructuras de las comunicaciones y los teléfonos de nueva generación sobrepasen a las antiguas terminales telefónicas. La tecnología no sólo ha mejorado con respecto a la comprobación de datos por parte de periodistas y activistas de derechos humanos, sino que ha permitido a los ciudadanos recabar datos sobre cualquier hecho que les interese.

El valor potencial de la información capturada por la sociedad civil o el contenido generado por los usuarios (UGC, por sus siglas en inglés) como prueba para fundamentar juicios penales contra presuntos autores de las atrocidades capturadas ha sido ampliamente debatida. En este blog se ha presentado un análisis contundente de los posibles desafíos del uso de este tipo de contenido, así como nuevas herramientas desarrolladas para abordar estos desafíos.  Una de las cuestiones más discutidas en el uso del UGC es la cuestión de su verificación. Las fotos y vídeos que se capturan por las cámaras de los teléfonos móviles y son subidas a las redes sociales normalmente no contienen información crucial como la fecha, la hora o las coordenadas geográficas.  Y esto puede dar como resultado, que resulte difícil o en ocasiones imposible, verificar la secuencia de las mismas, el origen de la fuente y si han sido alteradas. La verificación es especialmente importante en el caso de que la persona que las captura prefiere permanecer en el anónimato.  Además, el desconocimiento de la secuencia puede crear dudas con respecto a la cadena de custodia de las imágenes o vídeos, y hacer díficil conocer quiénes han tenido acceso a las mismas en el momento de presentarlas ante la Corte. Por lo tanto, las pruebas a menudo son poco utilizadas o directamente invalidadas por las autoridades en la investigación o en el enjuiciamiento de los presuntos autores de los crímenes. Si las pruebas llegan a presentarse ante la Corte, probablemente sean rechazadas o sean estimadas con un peso menor.

La Asociación Internacional de Abogados (AIA) ha estado trabajando para responder a la cuestión de la verificación y autentificación del UGC.  Así la AIA ha presentado recientemente una aplicación móvil: eyeWitness to Atrocities. Esta aplicación funciona con la cámara del móvil con el fin de grabar vídeos y tomar fotos facilitando la autenticación de las mismas.  Esta aplicación graba e incrusta los metadatos que verifican dónde y cuándo fueron tomadas en el mismo momento en el que se captura la secuencia de los hechos. Los metadatos también permite a eyeWitness confirmar que la secuencia de imágenes no ha sido manipulada, editada o retocada digitalmente y rastrear la cadena de custodia.  El usuario envía directamente el vídeo o fotos desde la aplicación a la organización eyeWitness. La secuencia de imágenes que se envían se almacenan en un depósito de datos, gestionado por LexisNexis, una empresa líder en almacenamiento de datos de manera segura. LexisNexis ha creado un espacio seguro para el almacenamiento y gestión de datos subidos por los usuarios de eyeWitness.

El equipo legal de eyeWitness analizará las secuencias de imágenes más relevantes y la redirigirá a las autoridades competentes para que continuen con la investigación. Mientras, el espacio facilitado actuará como una “taquilla virtual” segura, protegiendo la secuencia de imágenes original y encriptándola para mantenerla segura hasta que sea necesaria para la investigación o el juicio. La aplicación eyeWitness viene a complementar los mecanismos ya existentes de protección y verificación de las secuencias de datos abiertos al público, como Citizen Evidence Lab o el Verification Handbook, que recolectan información en el momento de la captura de las imágenes para verificar la fecha, hora y lugar de la captura de las mismas así como el hecho de su inalterabilidad, de ese modo se libera la verificación de la fuente y la investigación podrá centrarse en el objeto de la denuncia.

El movimiento “Technology for truth” se centra en empoderar la capacidad de los ciudadanos para contribuir en los procesos judiciales.  De hecho, la aplicación eyeWitness es una herramienta diseñada para empoderar a los ciudadanos en el mismo momento en el que la atrocidad está teniendo lugar y ayudar a llevar ante la justicia a los autores de este tipo de crímenes. Mientras la tecnología puede ser utilizada en favor de los procesos judiciales, debemos siempre tener en cuenta que la tecnología es una herramienta no una solución. Sin embargo, la verificación de la información relativa a la comisión de atrocidades es importante, pero no por sí misma suficiente. La verdadera justicia depende en cómo se utilice esta información.  Desafortunadamente, la existencia de foros importantes de justicia no es tan extensa como sería deseable.

Uno de los riesgos que no ha sido debatido es la cuestión de las expectativas que la tecnología despierta y que no podrán ser cumplidas.  Aquellos que capturan y comparten el UGC, a menudo enfrentándose a situaciones peligrosas, han expresado ya sus frustraciones por la no utilización de la información capturada.  La explicación más común hasta la fecha es el difícil proceso de verificación de los datos.  Sin embargo, mientras la propia tecnología trata de suplir estos fallos, crecen las expectativas en la propia tecnología. Los usuarios necesitan conocer el uso potencial de las imágenes que capturan para evaluar los posibles riesgos a los que se enfrentan a la hora de hacerlo.  Además, los usuarios no deben entender la falta inmediata de acción como un indicativo de que la información no será utilizada. Pues si esto ocurre, los usuarios no tendrán incentivos para proceder a capturar este tipo de imágenes, y tanto la comunidad como los derechos humanos perderán una fuente potencialmente muy poderosa. Más importante aún que manejar las expectativas de los usuarios es la obligación de la comunidad internacional de valorar los riesgos a los que los ciudadanos se enfrentan a la hora de obtener este tipo de información y tratar el tema en los foros adecuados, ya sean nacionales, regionales o internacionales, para divulgar este tipo de información y responder de esta forma a los abusos.

Wendy Betts es la Directora del Proyecto eyeWitness to Atrocities en la Asociación Internacional de Abogados.

Este artículo forma parte de la serie “Technology for truth” del Monitor de Justicia Internacional, que se centra en el uso de la tecnología como prueba esencial en materia de derechos humanos.