¿Por qué decimos que las #VíctimasImportan en los procedimientos legales internacionales?
Al hablar de los principales casos internacionales, los abogados y los comentaristas a menudo hablan en términos de reglas, resoluciones y leyes aplicables. Estas discusiones pueden ayudar a explicar el marco en el que se desarrolla un juicio penal, pero no llegan al fondo de la cuestión. Aquí es donde se vuelve central que las víctimas puedan compartir sus historias como participantes activos en procesos complejos de crímenes internacionales.
¿Cómo serían los juicios sin una participación activa de las víctimas?
La Fiscalía y la Defensa presentan sus casos para demostrar quién es (o no) culpable. El foco está en hechos - qué sucedió, dónde, por qué, cuándo, y a quién. Cuando las víctimas testifican en nombre de una de las dos partes, hablar de sus propias perspectivas es en gran medida incidental. En última instancia, están ahí para apoyar (o refutar) el caso de una parte.
Cuando los abogados y jueces internacionales hablan de "escribir la historia" de lo ocurrido, es fácil que las perspectivas de las víctimas se subordinen a la versión de un partido en particular, donde las nociones legales se privilegian sobre el factor humano. Pero las perspectivas de las víctimas son esenciales, ya que las víctimas son la primera razón por la cual los juicios internacionales son tan importantes.
Dar a las víctimas una plataforma para presentar su propio caso en sus propios términos es una idea nueva. Dado que esta plataforma continúa probándose en los diversos casos de la CPI, el inicio del caso de las víctimas esta semana ante el Tribunal Especial para el Líbano ofrece otro punto de vista sobre la importancia de la participación de las víctimas en los procesos de crímenes internacionales.
Víctimas en el caso Ayyash et al.
Starting today, for the 1st time ever before an international tribunal, victims of #terrorism will get to present their case. #VictimsMatter pic.twitter.com/aDp3LLjix1
— STL (@STLebanon) 28 de agosto de 2017
En el Tribunal Especial para el Líbano (STL), mientras que la Fiscalía y la Defensa debaten la responsabilidad legal de un camión bomba que mató a 22 personas y lastimó más de 200 en el centro de Beirut el 14 de febrero de 2005, las víctimas, a través de sus representantes legales, buscan demostrar qué significan para ellos dichos acontecimientos. El objetivo de ese ataque fue, según la Fiscalía, el ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri. Pero los motivos son poco importantes para las familias de los que perecieron y los inocentes atrapados en la explosión, que siguen viviendo con trauma físico y psicológico hasta el día de hoy. Tampoco es importante para los libaneses que viven con el terror de que tales ataques puedan volver a ocurrir en cualquier momento.
El caso de las víctimas en Ayyash et al. se inició con los testimonio de Lama Ghalayini, quien describió la devastación que experimentó en los días y semanas posteriores al ataque. Su padre, Abd Al-Hamid Mohammed Ghalayini, caminaba regularmente por la zona donde ocurrió el ataque. Se cree que estaba caminando cerca cuando fue atrapado en la explosión. Su familia lo buscó en los escombros, pero su cuerpo fue encontrado más de dos semanas después del ataque. En total, seis víctimas y un testigo que no es considerado como víctima testificarán ante la Sala de Primera Instancia del TEL.
Muchos han notado la catarsis que se genera cuando las víctimas pueden contar sus propias historias en sus propios términos. En el caso de las víctimas de Ayyash et al., no se trata de atribuir culpas, sino de contar lo sucedido y posiblemente llegar a un acuerdo y obtener una comprensión más profunda de los acontecimientos. Esto se aplica no sólo a las víctimas inmediatas de los acontecimientos devastadores, sino también a las sociedades en su conjunto, que pueden permanecer traumatizadas y divididas durante años a raíz de los crímenes internacionales. Enfatizar el impacto en lugar de la culpa alivia algunas de las presiones políticas sobre diversos actores.
Al testificar ante el TEL, o ante cualquier tribunal penal, las víctimas entienden que su dolor y sus seres queridos no serán olvidados, y que sus historias y su sufrimiento tienen relevancia. Esto es de especial importancia para el Líbano, donde 80 asesinatos (e intentos) anteriores habían sacudido al país antes de ese fatídico día de 2005, ´dado que es la primera vez que las víctimas en el país pueden hacer escuchar su voz ante una institución judicial internacional. Esta es la primera vez que las víctimas del terror tienen la oportunidad de contribuir con el registro objetivo de la verdad.
Estas oportunidades permiten entender una parte clave de los motivos por los que contamos con mecanismos internacionales como el TEL y la CPI y lo que está en juego alrededor de su existencia.
Se espera que el caso de las víctimas ante el Tribunal Especial para el Líbano continúe hasta el 8 de septiembre de 2017.
Acerca del TEL
A raíz de una solicitud del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el 1 de marzo de 2009 se inauguró oficialmente el Tribunal Especial para el Líbano (TEL) para investigar y enjuiciar a los responsables de los actos de terrorismo relacionados con un atentado con bomba que mató al ex Primer Ministro libanés Rafik Hariri y los transeúntes en la capital de Beirut el 14 de febrero de 2005. El TEL es un tribunal internacional con sede en La Haya, que aplica la ley penal libanesa. A diferencia de la CPI, el TEL aborda una situación única, pero su jurisdicción podría ampliarse para incorporar otros ataques en el Líbano entre el 1 de octubre de 2004 y el 12 de diciembre de 2005 de encontrarse suficiente evidencia de un vínculo directo entre ambos. El terrorismo es el foco principal de los procedimientos, que no está cubierto por la jurisdicción de la CPI.