Informe Anual sobre Competencia Universal 2020
La información recolectada en el Informe Anual sobre Competencia Universal (IACU) ha sido reunida gracias a la colaboración de las autoridades judiciales de los países estudiados, junto a los abogados y a las ONG que trabajan en los casos. A pesar de que se han tomado todas las medidas necesarias para asegurar la precisión de los datos aquí descritos, la información de este documento queda sujeta a cambios sin previo aviso. Este informe ha sido escrito por Valérie Paulet, Coordinadora de Proyecto en TRIAL International, en colaboración con REDRESS, el European Center for Constitutional and Human Rights y la Federación Internacional de Derechos Humanos.
Hace seis años publicamos el primer Informe Anual sobre Competencia Universal (IACU) con el fin de explicar y democratizar esta herramienta legal. Para ese entonces, el significado de la competencia universal y su manera de operar eran cuestiones que solo los expertos legales conocían. Incluso dentro de la comunidad legal, existía un gran escepticismo alrededor del concepto.
Unos años después, el IACU – cuyo número de páginas aumenta de manera constante – comenzó a enfocarse en las mejores prácticas y en estrategias de litigio exitosas. Dado que las víctimas de guerra en Siria e Irak han buscado refugio en Europa, el número de casos de competencia universal ha aumentado significativamente, y han sido iniciados regularmente por las mismas autoridades nacionales. Para muchas personas, la opción de buscar justicia en sus países de acogida representa el único camino posible, por esto el debate ya no radica en analizar si es pertinente utilizar la competencia universal sino en cómo hacerlo. Esperamos que el IACU, concebido como una herramienta concreta para los profesionales, promueva esta tendencia.
Este año, el IACU se ha enfocado en los riesgos de confundir el enjuiciamiento de los crímenes internacionales con la lucha en contra del terrorismo. Las implicaciones de elegir el pragmatismo en detrimento de principios legales sólidos son importantes, y las consecuencias son potencialmente graves. Todas las atrocidades masivas deben ser investigadas de manera íntegra y diligente, incluso si dichas investigaciones son más largas y extenuantes.
Al mirar atrás y evaluar cuán lejos hemos llegado en los últimos seis años, esperamos que la competencia universal se haya instalado con una profundidad capaz de superar esta tendencia. El primer IACU fue titulado "Hacer espacio para la Justicia" (Make way for Justice). Estamos convencidos de que se ha hecho espacio, que se ha realizado una fisura en el muro de la impunidad. Ahora debemos mantener la lucha para asegurar que todas las atrocidades masivas, sin importar quién las cometa ni dónde fueron cometidas, sean juzgadas como lo que son: crímenes internacionales.
