Destrucción de Tombuctú provoca indignación
La ciudad de Tombuctú, Malí, es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se proclama como el centro de la cultura y del aprendizaje islámicos de los siglos 13 y 17. La destrucción de la herencia cultural de la ciudad tras la invasión del norte de Malí por parte de los rebeldes islamistas en 2012 provocó indignación a nivel internacional. Dirigir ataques intencionales en contra de monumentos históricos o edificios dedicados a la religión es un crimen de guerra de acuerdo al Estatuto de Roma de la CPI.
Los crímenes de guerra culturales se pueden encontrar en el cuerpo de ley que regula las conductas durante los conflictos armados: el Convenio de La Haya de 1954 para la protección de propiedad cultural y sus dos protocolos; y los protocolos de 1977 del Convenio de Ginebra.
El islamista Al-Mahdi arrestado en Níger por una orden de arresto de la CPI
El 18 de septiembre de 2015, la CPI emitió una orden de arresto clasificada contra el sospechoso islamista rebelde Ahmad al-Faqi al-Mahdi. El 26 de septiembre de 2015, fue arrestado y transferido a la CPI por el gobierno de Níger. La Fiscal de la CPI acusó a Al-Faqi de trabajar íntimamente con los grupos terroristas Ansar Dine y al-Qaeda en el Maghreb islámico (AQMI) después de que tomaran el control de Tombuctú en 2012 e impusieran la ley islámica (Sharia) de forma estricta a la ciudad y a su población. Al-Faqi habría encabezado la "brigada de la moral" e impuesto el tribunal islámico en Tombuctú.
Además de ser el primer caso de ese tipo en llegar a la CPI, es también el primero que surge de la investigación de la CPI en Malí y la primera vez que un sospechoso extremista islámico comparece ante la CPI.